Los secretos de belleza de Carolina Soto “No tuve que llegar al quirófano para estar delgada”Con 26 kilos menos, y un look totalmente renovado, es como reaparece en estos días la cantante nacional. Y es que sin necesidad de operarse, logró un cambio trascendental, bajo una apuesta mucho más provocativa.
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SANTIAGO, mayo 14.- A sus 25 años, casada, y con una hija de 1 año y 7 meses, Carolina Soto ha apostado por un cambio tanto en imagen y sonido. Ya está rotando su nuevo sencillo, “Son casi las tres”, mientras que en materia de look, hoy se siente mejor que nunca. Y es sobre este cambio radical, y sus secretos de belleza, moda y salud, que nos cuenta Carolina en las siguientes líneas.
Por Erika Cabrera
–¿Cuál es tu crema infalible para el rostro?–Uso la crema Pond’s hidratante, que es súper efectiva. Y la vengo ocupando desde que era muy chica; la usó mi mamá y también mi abuela, así que es por tradición.
–¿Y tu descubrimiento cosmético de los últimos meses?–El delineador de ojos Super Liner. Es de la marca L’oréal y es como un plumón bien finito que te marca increíble.
–¿Cuál es el mejor dato de belleza que te han dado y quién te lo doy?–Miel con azúcar: exfoliante para el rostro en la mañana. Es una preparación para antes de aplicarte cualquier tipo de maquillaje, entonces fusionas miel y azúcar, te lo aplicas, lo dejas un ratito y después te lo sacas con agua. ¿Y quién me lo recomendó? En realidad, es un dato que escuché en la radio.
–¿Cuál es tu mayor problema físico y cómo lo combates?–Bueno, la peste me dejó un par de manchitas en la cara que no se borran con nada, pero que sí las oculta un buen maquillaje. En ese sentido, considero que no se debe escatimar en gastos y para mí, una buena base es de la marca Krioland o Mac.
¿Cuál es tu opinión con respecto a la cirugía estética? ¿Tienes o te harías alguna?–Yo me operé, entonces no podría estar en contra. Porque considero que si va a ser en beneficio a tu salud, autoestima o a tu seguridad como mujer, me parece cien por ciento recomendable, mientras no se caiga en la adicción…Yo me puse implantes, pero con el fin de verme más uniforme, porque tenía caderas y no tenía pechugas…, y también hace algunos años me hice la lipo... Pero la idea ahora es hacer dietas para no tener que operarme; afortunadamente, esta vez no tuve que llegar al quirófano para estar delgada…, así que se puede, en base a puras dietas, yo logré un peso adecuado.
–¿Cuál es el alimento infaltable en tu “refri” y el que jamás encontraremos allí?–En mi despensa, nunca falta el atún, porque te saca de apuros, no te engorda y es una proteína súper saludable. Y lo que nunca va a estar, son las guatitas. Bueno, y el pan tipo marraqueta y hallulla, que hace rato que ya lo olvidé. Lo único que estoy comiendo es pan pita, pan integral y galletas de salvado.
En materia de vestir, ¿Eres complicada o te resulta fácil comprar? ¿Alguna prenda fetiche?–En el día a día, lo que más me acomoda es andar en jeans, polera ajustada y siempre con tacos. Y me resulta fácil comprar, yo soy súper trapera y aparte que ahora tengo mi propia tienda de ropa. Lo que sí, me gusta explotar y jugar con la sensualidad más que mostrar todo, me encanta eso de sugerir y que se luzca el escote, pero de una forma sutil…, la idea es dejar a la imaginación. Es que para mí es súper importante ser sensual, además que soy muy coqueta.
¿Qué talla y medidas tienes?–Soy talla 40 en pantalón, y M en poleras. Y mis medidas, no las sé, sólo tengo claro que bajé 26 kilos sin operación.
¿Y tu altura y peso? –Mido 1 metro 65, y ahora estoy en 63 kilos.
¿Qué es lo que más destacas en tu look?–Lo que más destaco son mis curvas, yo siempre he sido muy curvilínea, entonces me gusta que se marquen las caderas, la cintura, eso me encanta… Y también podría destacar mi pelo, que está ultra cambiado; de hecho, todos los meses queremos probar un look distinto.
–¿Y tu mejor truco para disimular defectos?–Un doble contacto para levantar las pechugas, que es como una huincha que se usa para que no se despegue la ropa, cuando no puedes usar sostén. Y en mi experiencia, ha funcionado increíble.
–¿Cuál es tu placer culpable (estético) que haces cuando puedes?–Cuando tengo tiempo, encrespo mis pestañas y me gusta dejarlas perfectas y muy bien alineadas. Y cuando tengo aún más tiempo, me encanta que me hagan masajes en la espalda, porque es en la espalda donde yo acumulo toda mi tensión.
–¿Y el peor look que has tenido en tu vida?–Yo creo que fue en los inicios de “Rojo…”, cuando tenía el pelo crespo y corto, y como no estaba flaca, me veía más gordita…, aparte que me colocaban una ropa de vieja terrible, ¡me veía como de 40! Sin duda, yo creo que ese ha sido mi peor look.